Cuando compramos un vehículo de ocasión o usado (como se prefiera) conviene tener en cuenta puntos muy importantes:
- Su precio: ¿Es real lo que nos piden o por el contrario se están quedando con nosotros?
El precio es un factor que dependerá de muchos factores, pero las reglas no las hemos inventado nosotros (los consumidores). Es necesario que el costo total esté dentro de los precios lógicos del mercado. Tengamos en cuenta que:
- No vale lo mismo un modelo cuidado con sus revisiones y mantenimientos realizados que otro exactamente igual del que su dueño o dueños anteriores han pasado muy mucho. Pero dentro de esta posibilidad, el precio de venta no puede ser disparatado. Ellos mismos, los vendedores de vehículos, se rigen por estrictas normas de tasación antes de permitir que un vehículo forme parte de su stock.
- Por ello, tu debes hacer lo propio y no permitir de entrada que te cuenten milongas. ¿El vehículo está en precio; si o no? ¿Entra dentro de los posibles valores de mercado que le otorgan publicaciones especializadas?
- Estos valores son orientativos y dependen del estado general del vehículo pero no es menos cierto que aveces se piden burradas auténticas por autos cuyo (precisamente) estado general, deja mucho que desear.
Otros factores que debes tener en cuenta son los que conformarán una posible inversión por tu parte para poder usar tu coche con plenas garantías.
- Amortiguadores: comprueba su desgaste apoyando tu trasero sin contemplaciones en las esquinas del coche y observa si al levantarte hay un cierto rebote. Si es así, nada bueno presagia,
- Neumáticos: ellos siempre piden el "precio más maravilloso" por su producto. ¿Te has parado a pensar lo que sucede si te llevas el vehículo con los neumáticos de cualquier manera? Aparte del riesgo inherente a ello, está el que dependiendo del "zapato" que gaste tu coche, vas a tener que sacudirte después el bolsillo: más a añadir al precio que pagaste.
- Chapa: Si bien la mayoría de los vehículos presentan signos lógicos del paso del tiempo. Todo ha de ser, eso, lógico. No podemos adquirir un vehículo que presente síntomas de golpes estructurales sufridos en el pasado. Prueba el coche, comprueba que la dirección no oscila hacia ningún lado si sueltas brevemente el volante y también cuando frenas que el vehículo no se vaya hacia ningún lado. Después tenemos los bollos y golpes de diversa importancia. Ten en cuenta que cuantas más taras tenga tu vehículo, con menos valor real te le llevas. Y un coche es uno de los activos que más se deprecia nada más comprarlo incluso de nuevo. Imáginate de usado.
- Motor: Esta es la madre del cordero. De que sirve hablar de tanto si nuestro auto no tira ni "pa atrás"?? Cuando pruebes el coche, llévalo en marchas largas (4ª y 5ª) y busca intencionadamente lugares donde la carretera se incline. Es subiendo y apurando estas velocidades donde te das cuenta de que tienes en las manos. También piensa (al efecto) que es lo que estás probando, los caballos que tiene, la cilindrada: No le pidas peras al olmo.
- Varios: luces, asientos, tapicería, salpicadero... inspecciónalo todo sin cortarte, que ellos te aseguro que no se van a cortar a la hora de cobrar.
Y si por algún casual puedes contar con la supervisión de alguien que sepa del tema y sea de confianza pues mejor que mejor.
No entro en temas como vehículos de importación y similares donde hay que extremar estos y otros cuidados.